5 razones para viajar por Estados Unidos

Mis 5 razones para viajar Estados Unidos

Viajar a Estados Unidos

Estados Unidos es inmenso. Esa no es una novedad y lo sabe todo el mundo, pero lo que nos cuesta asimilar a veces es a dónde ir con tanto destino interesante en el país del norte y qué valorar para decantarnos por una u otra ciudad.

No tengo muy claro si se debe a la influencia cultural a través del cine y la televisión o si solo nos atrae cada cosa que escuhamos de él, pero viajar a Estados Unidos parece ser siempre un imán.

Hay una especie de fuerza en ese país que nos arrastra la vista al punto de saber, con cierta precisión, qué hay en cada uno de sus estados más importantes.

El inconveniente aparece cuando el número de opciones es más alto que nuestro tiempo, nuestro dinero o nuestra paciencia para hacer un viaje. Esto suele pasar con todos los países grandes como Brasil, Argentina, etc.

Por eso hoy te quería hablar de los destinos más interesantes para viajar a Estados Unidos y que pueden ser útiles tanto en un primer viaje como en un segundo cuando ya tienes un poco más de conocimiento del lugar.

No hablaré aquí con un detalle exhaustivo ni me meteré a fondo con ciudades y estados contando punto por punto cada uno de los sitios que tienes que ver. No, esta entrada se trata de contarte por qué creo que deberías visitar esos lugares.

Así que vamos a ello.

Nueva York, siempre activa

Si alguien se pusiera frente a ti ahora mismo y te dijera “Nueva York” tengo la seguridad que te vienen a la cabeza, al menos, cinco sitios icónicos de la ciudad. Y esto se debe a que viste esta ciudad hasta en la sopa, o en decenas de series y películas.

La Estatua de la Libertad, el Empire State, el estadio de los Yankees, los taxis amarillos, el puente de Brooklyn, los rascacielos, la ciudad agitada… podría seguir con una lista casi interminable.

Parece una película

Cuando viajas a Nueva York sientes que estás viajando a una película. Todo te resulta familiar, todo es como te lo habías imaginado, pero mucho más real.

Si vas a hacer tu primer viaje a Estados Unidos tal vez sea una buena alternativa comenzar con la Gran Manzana porque todo allí será representativo de la primera imagen del país.

Los Ángeles, otro mundo

La imagen que me viene de Los Ángeles es que se trata de un sitio donde siempre es verano. Esto no es verdad pero es una buena manera de comenzar a pensar en este sitio.

Hay muchísimas cosas que podemos hacer. Imagínate alquilar un coche en Los Ángeles y recorrer la costa con la caída del sol.

Los Ángeles

Ir a darte un baño en Malibú, recorrer las casas de los actores famosos o visitar Universal Studios para ver todo sobre tus películas favoritas son planes geniales.

Pero hay mucho más que ello. Si eres de las personas que gusta conducir y te alquilaste un vehículo en la ciudad puedes ir hasta Las Vegas. No es un trayecto corto ya que te puede llevar más de 4 horas, pero el paisaje y el destino bien merecen la pena.

Buffalo, lo menos turístico

Hace un tiempo estuve en Buffalo, una pequeña ciudad del estado de Nueva York con una imagen tan pobre y deprimente que me atrajo de una manera casi tonta.

Bañada por el lago Erie y a un paso de Canadá, esta ciudad es un paso casi obligado para quien va por tierra a ver las cataratas del Niágara. Pero en Buffalo nadie se queda, nadie duerme, nadie consume y a nadie le interesa.

Los estadounidenses tienen fama de hacer de una piedra un negocio y poner a la venta cualquier cosa. Las cataratas del Niágara no son la excepción y a su alrededor han montado hoteles, restaurantes y complejos turísticos que no necesitas irte hasta Buffalo para nada.

El poco turístico Buffalo

Esto es, en realidad, un atractivo para el viajero que busca algo diferente, el sitio menos turístico y muy auténtico de Estados Unidos.

Si vas a viajar a Buffalo debes estar preparado para no ver grandes monumentos ni atractivos impresionantes. Te toparás con algunos museos sin grandes lujos, un zoológico, un parque naval y poco más.

Si vas a Buffalo es para meterte en un bus urbano y recorrer sus barrios. Ver sus casas descoloridas, sus calles solitarias, su gente y esa imagen que nadie te muestra de Estados Unidos.

Washington, el centro de la política

Con una voz desesperada Forest grita “Jenny” y sale a correr metiéndose en la inmensa piscina que hay frente al Capitolio. Jenny responde y se mete sin saber que años después ella (Robin Wright) sería la presidenta Underwood en esa misma ciudad.

Esas imágenes, esos momentos y esos recuerdos del cine y la televisión son los que te vienen a la cabeza cuando caminas por las calles de Washington. Más tarde aparecerá en nuestra memoria el agosto del 63 con Martin Luther King dando su famoso discurso o la multitud aclamando a Obama como nunca antes lo había hecho con un presidente.

El famoso Capitolio

Puedes viajar a Washington desde Nueva York y volver en el día para vivir cada uno de estos momentos, para recordar lo que aprendiste en el colegio o lo que viste en la televisión y el cine.

Lo que, creo no puedes dejar de hacer es visitar esta impresionante ciudad de calles anchas, edificios mastodónticos y símbolos de la historia democrática de un país.

El blues vive en el sur

Ma Rainey fue, tal vez, mi primera conexión con el blues. Ya había conocido antes a otros como Etta James, Muddy Waters o BB King, pero nadie me impresionó tanto como Ma.

Ella, a mis trece años, me hizo conectar con la imagen de los algodonales de Georgia y Alabama. Hizo que mi imaginación volara y me hiciera sentar junto a ella con una guitarra en mano y pensara cómo había sido pasar de la esclavitud a la discriminación racial encontrando en la música la única forma de escapar.

Algodonales de Alabama

Hoy pienso que su Georgia natal junto a Alabama y Misisipi encarnan esa imagen del blues más puro, de la historia afroamericana y de un Estados Unidos que se ve en películas o se escucha en músicas viejas pero que no resulta tan turístico para el viajero internacional.

Viajar al sur de Estados Unidos es encontrarse con la historia, es abrazar el blues, es sentir el alma negra y profunda, es tropezarse con Charley Patton; Robert Johnson; Bessie Smith y tantos otros que no hay espacio ni tiempo para abarcarlos.

Podría seguir. Claro que podría seguir recorriendo estados, personajes y razones por las cuales visitar Estados Unidos, pero en algún momento tengo que parar y dejar que cada uno rebusque en su memoria, en su infancia y en su experiencia de vida porqué viajaría al país del norte.